Cuando somos conscientes que estamos continuamente interactuando con “EL OTRO, u LO OTRO” nos damos cuenta como la vida se desarrolla en esa dinámica profunda de espacio energético donde dos partes se conectan y algo emerge de allí.
Esto lo documentó Daniel Taropio en su libro
“Interacciones Primordiales”.
Este EL OTRO u LO OTRO, puede ser la pareja, los hijos, el jefe, un amigo, un vecino, y hasta una parte de nosotros mismos.
No somos seres aislados. Nuestra vida esta concebida para tener una relación constante con nuestros semejantes. De igual manera podemos concebir la divinidad, no como una experiencia solitaria, sino mas bien como un acontecer que nos sucede como seres humanos que somos, siendo este acontecer, escencialmente, relacional.
Este postulado no es otra cosa que hacer consciencia de nuestra conexión continua y creativa con todas aquellas cosas presentes en nuestro alrededor. El hecho de lograr tener presente esta dinámica, podremos honrarla y respetarla.
Nuestra felicidad depende en gran parte de nuestra madurez existencial, y ésta se logra mediante un trabajo sostenido y responsable con nosotros mismos.
Ahora bien, esto no se alcanza con mero voluntarismo, sino más bien con un enfrentamiento directo con “LO OTRO” que tenemos en nuestro ser, nuestras luces, nuestras sombras, nuestras penas, nuestras alegrías, nuestras victorias y nuestros fracasos.
Entender que estamos constituidos desde la polaridad (Masculino / Femenino, Hombre / Mujer, Cielo / Tierra, Vida / Muerte, Día / Noche) y que en realidad dicha polaridad no es contraria una de otra, no es ni buena ni mala, sino mas bien fuerzas complementarias.
De esta manera, al vivir las experiencias individuales que nos brinda el quehacer diario, podremos descubrir la intención positiva detrás de todo aquello que nos resulte desagradble, lo que nos hará mas compasivos con nosotros mismos, y por ende mas empático con el otro.
Reconocerme yo, es reconocer al otro. Ydesde esta nueva visión mas trascendente de ver la vida, podremos celebrar el encuentro como la oportunidad de crecimiento personal hacia un nivel de conciencia mas elevado, lo que se traducirá en una mayor felicidad.